Anteriormente, la marca tenía una imagen demasiado infantil, de una muy mala digitalización y con exceso de elementos.
La hemos transformado en una marca moderna, actual pero sin olvidarnos de su procedencia artesana y calidad.
Con una tipografía con serifa conseguimos que el conjunto quede armónico y dé una imagen de tradición y modernidad a la vez.
Gracias a los colores conseguimos amabilidad, tradición y naturalidad.