

Este queso ecológico y económicamente sostenible ha optado por un diseño muy moderno y a la vez que divertido.
Su genuino nombre llama la atención por su simplicidad tan sencillo como el alarido de una oveja pero a la vez auténtico que da pie a un diseño alegre y optimista.Con el blanco como protagonista para dotar de pureza la imagen, este restyling de la mano de Javier Garduño aúna elegancia y limpieza en una imagen clara y tradicional.
Cada gama de productos se diferencia por un color y número diferente, una paleta de colores que a simple vistazo del consumidor deja claro cual es cada producto.Con un simple vistazo al envase y al diseño de este empaque que la quesería está entregada a una forma de vida y de sostenimiento ecológico, sus materiales los demuestran a simple vista.
Queriendo hacer ver en su exterior una forma de hacer queso ancestral con un compromiso adquirido con la naturaleza y el entorno.Estas empresas han hecho de su estilo de negocio, su estilo de vida un valor más que añadido a su imagen de producto, cada uno con sus singularidades, cada uno con sus ideas y su filosofía y con ello han sabido distinguirse entre la multitud.
Si quieres leer la segunda parte de este post con quesos internacionales, aquí te dejo el link: “Si se puede hacer etiquetas para quesos genuinas (parte 2)“